Consejo de apertura: ten un fondo de maniobra

Como estamos con el tema de la apertura, os voy a dar el consejo fundamental:

“El fondo de maniobra tiene que ser una parte de vuestra previsión de la inversión total”

El fondo de maniobra es la mejor manera que encontré de ponerle nombre a “esa parte del dinero total que tenemos para montar el restaurante y que debemos dejar guardadita… por si acaso”.

Los plazos de la obra siempre se retrasan, las licencias tardan, se dispararán varias partidas del presupuesto y llegarán gastos no previstos pero, curiosamente, nunca ingresos inesperados.

Un error básico a la hora de abrir un restaurante es llegar al día de la apertura con el agua al cuello. Necesitando imperiosamente que venga gente a comer para hacer caja y así ir pagando la obra, los proveedores, el mobiliario, los primeros sueldos…

Si se comienza así, el restaurante ya estará cojo y renqueante desde el primer día. Las prisas por facturar son una de las peores actitudes que podéis tener como dueños de un restaurante recién abierto.

Así que, en el plan de necesidades de dinero para montar el restaurante, en ese excel tan majo al que le daréis vueltas y más vueltas, por favor, incluid una partida que se llame “Fondo de maniobra” o “Dinero guardado por si la cosa no arranca como esperamos” y con una cantidad que sea, al menos, de la mitad de las ventas previstas para los dos primeros meses.

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